En los últimos años, se ha observado una tendencia cada vez mayor hacia el consumo de productos de cercanía. Esta práctica consiste en comprar alimentos y otros productos que se cultivan o producen en el área local, en lugar de elegir productos de lugares lejanos. Una tendencia que se ha vuelto cada vez más popular, especialmente entre aquellos que están preocupados por la sostenibilidad y el medio ambiente.
Realmente el consumo de productos de cercanía es una práctica que ha existido durante siglos. Antes de la globalización, la gente solía comprar alimentos y otros productos que se cultivaban o se producían en su entorno inmediato. Sin embargo, con la llegada de la era industrial y el transporte moderno, los productos comenzaron a ser enviados desde lugares lejanos, lo que llevó a una disminución en el consumo de productos de cercanía.
Pero en los últimos años, esta tendencia se ha revertido, ya que cada vez más personas están optando por productos de cercanía por varias razones. En primer lugar, los productos de cercanía suelen ser más frescos y están disponibles en la temporada adecuada. Esto significa que los productos no tienen que ser almacenados durante mucho tiempo y no necesitan ser transportados largas distancias, lo que reduce la huella de carbono.
Además, los productos de cercanía suelen ser producidos de manera más sostenible y responsable. Los productores locales pueden cultivar o criar los productos de una manera más ética y sostenible, en comparación con las grandes empresas que, a menudo, pueden ejercer prácticas dudosas.
Y otra razón por la que las personas están optando cada vez más por productos de cercanía es porque pueden conocer directamente a los productores y saber más sobre cómo se cultivan o se producen los productos. Esto les da una mayor sensación de confianza y seguridad en la calidad de los productos.
La tendencia hacia los productos de cercanía también ha sido impulsada por la reciente pandemia de COVID-19. Durante el confinamiento y el distanciamiento social, muchos consumidores se vieron obligados a cambiar sus hábitos de compra y a buscar alternativas locales. Además, los problemas de suministro y la interrupción de las cadenas de suministro globales también han llevado a la gente a buscar alternativas locales y más sostenibles.
En definitiva, el consumo de productos de cercanía se ha convertido en una tendencia importante en la actualidad, impulsada por una serie de factores, entre ellos, la sostenibilidad, la frescura, la transparencia y la seguridad. Esta tendencia ha sido reforzada por la pandemia de COVID-19, que ha obligado a muchas personas a cambiar sus hábitos de compra y a buscar alternativas más cercanas. Si aún no lo has hecho, te animamos a probar productos de cercanía y a apoyar a los productores locales de tu zona. Esto no solo es beneficioso para el medio ambiente y la economía local, sino que también puede ser una forma de descubrir nuevos productos y sabores interesantes. Y, uno de los puntos más importantes, se fomenta así el comercio local, permitiendo mantener negocios familiares y de toda la vida.